Holly es una publicista que nunca tiene tiempo de estar con su sobrina Anna. Por eso, la niña le ha pedido a Santa Claus que su tía no pueda poner más excusas y diga siempre la verdad. A partir de entonces, Holly cambia por completo; su extrema sinceridad le hace parecer grosera e insensible, tanto que está poniendo en peligro su trabajo. Tras conocer al profesor de Anna, Holly no puede evitar expresar lo que siente, lo que le lleva a protagonizar una situación muy muy comprometida.