Vuelve a disfrutar de una de las mejores superproducciones de los últimos años: Tierra Amarga
INNOVACIÓN COSMÉTICA
En 1962 fueron utilizadas por un prestigioso instituto científico francés para elaborar un medicamento que aceleraba la cicatrización de heridas. Por su función casi milagrosa en la cicatrización y reconstrucción de la piel, Pierre Fabre comenzó a usarlas en 1984 en cosmética como potente activo rejuvenecedor antiarrugas. Esta es la historia resumida del origen de Ophycée, la nueva generación de cuidados antienvejecimiento de los Laboratorios Galénic.
Hito tras hito fruto de tres décadas de investigación, es como llegamos a 2012, año en que se logra el extracto absoluto de algas azules. Este activo estable y natural consigue aumentar los capilares dérmicos, lo que permite reconstruir la piel desde el interior. Estos vasos participan en el correcto metabolismo de la piel y nutren los queratinocitos de la epidermis y los fibroblastos de la dermis. Esto hace que se generen elastina, colágeno y ácido hialurónico, para así lograr redensificar y reafirmar la piel. Y todo gracias a unas algas de agua dulce que forman parte del origen de la vida en la Tierra.