No puede quitarse de la cabeza a Max

Vanesa está atrapada: su madre quiere que siga casada y su marido busca beneficiarse del divorcio

Vanesa se encuentra en una situación complicada: su madre le insta a continuar con su matrimonio, mientras su marido intenta obtener un benificio económico por su divorcio.

Vanesa no está pasando por su mejor momento. Su máximo deseo es divorciarse de Ernesto, pero su madrastra Lucía se opone a su separación. Ella solo piensa en el escándalo que supondría para la familia su ruptura con su marido, especialmente, cuando todo el mundo cree que le ha sido infiel con Max.

Vanesa no está dispuesta a ceder. Ya ha tomado una decisión y su deseo es romper con Ernesto. No se puede quitar de la cabeza a Max, del que está profundamente enamorada.

Ernesto teme quedarse en la ruina si se divorcia de Vanesa y aprovecha la ocasión para hacer a su mujer una contraoferta. Le pide acciones del grupo Alva, una oficina nueva, un apartamento con vistas al mar y 5.000.000 dólares a cambio del divorcio. Además, la amenaza con airear públicamente los secretos de la familia Noriega.

Vanesa está destrozada y decide contar a Lucía y a Eduardo que Ernesto le ha chantajeado. Eduardo para los pies a su cuñado rápidamente. Le ha hecho firmar un documento en el que cede al grupo Alva los derechos del proyecto que ha creado, lo que implica que no percibirá ni un duro de los ingresos que genere dicho negocio si la empresa no lo autoriza. Así que, si sigue amenazando a su hermanastra, no recibirá ningún porcentaje de las ganancias.

Por si fuera poco para Ernesto, Max se acerca a la compañía para hablar cara a cara con él de Vanesa. Le pide que respete a su mujer y que no siga ensuciando su nombre. El cuñado de Alejandro le asegura que lo que siente su esposa por él no es amor y que solo le está utilizando. Pero, Max sabe perfectamente que los sentimientos de ella hacia él son sinceros.