El hermano de Jesús no está dispuesto a renunciar al amor de Doménica

Damián desobedece a Augusto y apuesta por su relación con Doménica... ¡Ruiz Montalvo se vengará de él!

Damián desafía a Augusto y no rompe su relación con Doménica. Ruiz Montalvo se vengará de él por desobedecerlo.

Augusto no ve con buenos ojos que su hija Doménica tenga una relación sentimental con Damián y hace llamar al hermano de Jesús para hablar con él. Fernando se presenta en el taller mecánico en busca del joven y le pide que le acompañe a la mansión.

Damián acude a casa del malvado empresario y se reúne con él en su despacho. El padre de Doménica lleva en la mano el cuchillo que perteneció a su padre Octavio y no duda en amenazar al joven por estar saliendo con su hija. "Me parece que no te quedó claro que no te quiero cerca de mi hija. Sé muy bien como exterminar a la ratas como tú", le advierte Montalvo al hermano de Samuel. Pero, Damián, que no teme las amenazas de Jesús, le contesta con valentía: "Le guste o no Doménica y yo vamos a seguir juntos, no le tengo ningún miedo".

Augusto es un hombre acostumbrado a salirse con la suya y, como ve que con Damián no puede, decide inculparle de la muerte de Iker Fonseca, el exnovio de Doménica. Envía a su sobrino Federico al taller de los Guerrero para que deposite el arma con el que mató al ex de su hija a sangre fría.

Consigue dejarla en la habitación de Damián sin ser visto y, al día siguiente, la policía se persona en casa de los Guerrero y encuentra el arma bajo la cama del hermano de Jesús. Damián no puede ser detenido porque se descubriría que los jóvenes son hijos de Octavio. Él tiene antecedentes penales y sus huellas dactilares aparecen registradas en comisaría. Así que Samuel se hace pasar por su hermano para ir a la cárcel. Los agentes lo detienen por el presunto asesinato de Iker.

Jesús, en el momento de la detención, no está en casa y, cuando descubre lo ocurrido, no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados. Abel, su amigo abogado, les va a ayudar. Lo primero que deben hacer es borrar de la base de datos de la policía las huellas dactilares de Damián para que no se descubra que su apellido es Sánchez y no Guerrero. Jesús tiene la clave para exculpar a su hermano. Ellos vieron como el marido de Victoriana amenazó a Iker con esa pistola y puede ser una prueba contundente para demostrar que él fue quien lo asesinó.

Jesús visita a su hermano Samuel en la cárcel y le felicita por su valentía. Ha protegido a Damián y eso es un gesto que jamás podrá olvidar. El hijo mayor de Elisa sabe que Samuel es muy inocente y le pide que sea prudente y no revele a la policía el plan que tienen para destruir a Augusto.

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