¡Momentazo!

Damián y Doménica dan rienda suelta a la pasión y se prometen amor eterno

Doménica y Damián se dejan llevar por la pasión y se comprometen a amarse para siempre.

Los sentimientos de Damián por Doménica son cada vez más fuertes. Empezó jugando con ella para vengarse de su padre Augusto, pero, ahora, está perdidamente enamorado de la joven y la hija del malvado empresario siente lo mismo por él.

Al principio, Doménica se mostró reacia a empezar una historia de amor con el hermano de Jesús tras la decepción que sufrió con su primer novio, Iker. El joven la metió en un serio problema. Introdujo droga en sus maletas y a punto estuvo de ir a la cárcel, algo que nunca ha perdonado a su exnovio y Ruiz Montalvo tampoco. Augusto acaba vengándose del joven matándolo a sangre fría.

Doménica, ajena a lo ocurrido a Iker, tiene una cita romántica con Damián en un lugar muy especial. La joven le espera desnuda en un jacuzzi y el hermano de Samuel se deja llevar y dan rienda suelta a la pasión. "Es un sueño hecho realidad estar aquí contigo", confiesa Damián a la hermana de Carlota.

Doménica ha dado un paso muy importante. Se ha entregado a Damián porque confía en él y lo ama. La joven solo le pide que no haya secretos entre ellos porque no se lo podría perdonar jamás. Damián le confiesa su amor y le asegura que no le oculta nada. "Eres la mujer más importante de mi vida, te amo y haría lo que fuera por ti", revela a Doménica mientras piensa en el plan de sus hermanos: seducir a las hijas de Augusto para acercarse al empresario y acabar destruyéndolo.

Pero, él está locamente enamorado de ella y no está dispuesto a romperla el corazón. Todo lo contrario, le habla de sus planes de futuro con ella. "Quiero que estemos juntos, tengamos hijos, mascotas y una casa grande", revela Damián a la hija de Victoriana.

Al día siguiente, Damián y Doménica aparecen en actitud cariñosa en la fiesta que han preparado a Mariluz tras licenciarse en económicas. Allí, está Augusto y quiere hablar con su hija. La joven le confiesa a su padre que no va a volver a casa, que está viviendo con Damián y es feliz. Además, le pide que acepte su relación con el hermano de Jesús.

Mientras tanto, Damián asegura a sus hermanos Jesús y Samuel que ya no está dispuesto a seguir adelante con el plan para acabar con Augusto. Les confiesa que no puede vivir sin Doménica y que no está dispuesto a romperla el corazón. "Si la dejo, me muero", confiesa a sus hermanos muy serio.

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