Creen que ha muerto

Emotivo homenaje a Azad: la familia Kirman y Melek recuerdan algunos momentos vividos junto a él

Melek y la familia de Azad no pueden olvidarlo y rememoran algunos momentos vividos junto a él, creyendo que ha perecido en la explosión del furgón donde viajaba.

La familia Kirman y Melek creen que Azad ha fallecido tras explotar y saltar por los aires el furgón en el que viajaba junto a su hermano Ali y otros presos.

La hija de Sami no puede dejar de pensar en el hijo de Cemal. Está locamentamente enamorada de él y muy agradecida porque siempre ha estado a su lado cuando lo ha necesitado, especialmente, cuando los Kirman han querido retener a Zehra en la mansión y él se ha enfrentado a su propia familia por ella.

No puede olvidar los momentos felices que vivieron en Estambul junto a la pequeña. Huyeron a la capital para empezar una vida desde cero los tres juntos, pero Devra los localizó y la felicidad les duró muy poco. El malvado hijo de Behiye consiguió llevarse a Zehra de vuelta a la mansión.

Devra, también, recuerda a Azad. En el fondo, siente remordimientos. Dejó a su primo tendido en el suelo sin auxiliarle cuando el furgón explotó. Siempre ha habido entre ellos rivalidad. Ambos ansían ser el señor de la casa y están enamorados de la misma mujer: Melek. Devra rememora la fuerte discusión que tuvo con su primo al confesarle que ama a la profesora.

La matriarca de los Kirman, también, recuerda a su nieto, al que siempre ha querido con locura. Nujin le pide a Dios que no haya fallecido y no deja de pensar en los momentos que vivió junto a él como cuando le juró fidelidad si se convertía en el líder de la familia o cuando Ali incendió la mansión, por un arrebato, y Azad la salvó de entre las llamas.

Pero, en realidad, Azad sigue con vida. Un recluso, que viajaba con él en el furgón, le ha salvado la vida al llevarle a un hospital de Irak. La policía cree que todos ha perecido en el accidente, así que el objetivo de Azad es recuperarse y regresar a Turquía lo antes posible.