Vuelve a disfrutar de una de las mejores superproducciones de los últimos años: Tierra Amarga
Devra consigue dar con su paradero
Zehra ha burlado a la muerte, pero no ha podido escapar de su destino. Devra ha dado con su paradero y lleva a la pequeña, de nuevo, a la mansión familiar. Comienza el calvario para la hermana de Ferman.
Todos creen que Zehra ha fallecido tras ser arrojada por su padre Rashit al río, pero la pequeña está viva y Azad lo sabe. El hijo de Kadim lleva a Melek hasta la casa del profesor Ibrahim donde se encuentra la hija de Gülsüm bajo el cuidado de Meryan. Melek se emociona y rompe a llorar al ver a Zehra con vida.
El hermano de Ali explica a Melek qué sucedió realmente en el río. Le cuenta que, cuando se lanzó al arroyo para rescatar a la pequeña, encontró un chal de la niña muy cerca de una roca y a pocos metros estaba la hija de Rashit en la orilla del río inconsciente. En ese momento, Meryan apareció en el lugar y llevó a la pequeña a casa del profesor Ibrahim.
La intención de Azad es que Zehra empiece una nueva vida en Estambul, alejada de los Kirman. Pero, los planes de futuro del hijo de Zümrüt para la hermana de Elif, se van al traste. Devra descubre que la pequeña sigue viva y da con su paradero al seguir a la madre de Melek hasta la casa de Ibrahim.
El hijo mayor de Kadim espera escondido a que Melek, su madre y Azad se vayan de la vivienda, para llevarse a Zehra. No está dispuesto a perder la oportunidad de ganarse de nuevo la confianza de su abuela. Nujin se enojó mucho con él porque no respetó su voluntad y su deseo de mantener a Zehra con vida y, ahora, Azad se ha convertido en el heredero de todo su patrimonio.
Devra llega a la mansión con Zehra y todos se quedan de piedra al ver a la niña viva. Nujin está dispuesta a perdonarla la vida, pero, a cambio, no podrá salir de casa ni hablar ni ver a nadie del exterior. Además, la matriarca de la familia le advierte muy seriamente: "Si vuelves a ensuciar nuestro nombre, no habrá más perdón".
El destino de Zehra vuelve a ser oscuro e incierto. A la niña la instalan, nuevamente, en el cuarto sucio, destartalado y frío que se encuentra fuera del patio y no la permiten recibir la visita de su familia.