Vuelve a disfrutar de una de las mejores superproducciones de los últimos años: Tierra Amarga
Hercai
La relación de Reyyan y Miran ha sido una montaña rusa. Te presentamos algunos de los que más nos han emocionado.
Esta historia de amor entre Miran y Reyyan nos ha enamorado desde el primer minuto. Han sido infinidad los momentos en los que ambos nos han emocionado. Ahora que la serie llega a su fin, recordamos algunos de los momentos que más nos han impresionado.
Reyyan siente que está viviendo en una cárcel, por eso, aprovecha cualquier momento para alejarse de la mansión de la familia Sadoglu. Un día, en uno de sus paseos, un coche se cruza en su camino y, casualmente, es el coche de Miran. Aquí dará comienzo su trágica historia de amor verdadero.
Miran está haciendo todo lo posible para casarse con Reyyan y, después de tratar de convencerla de que sus intenciones son buenas, ha construido un "columpio en el cielo" como Reyyan le pidió. "Por muy alto que quieras subir, nunca te soltaré y siempre te sujetaré cuando te caigas", le ha dicho él mirándole a los ojos. A la vuelta de la sorpresa, la pareja se ha despedido, no sin que antes Miran le robe un beso de despedida.
Miran ha intentado de todo, incluso retenerla en contra de su voluntad, para conseguir que Reyyan lo ame y, sobre todo, para mantenerla a salvo. Reyyan está harta de aguantar el sufrimiento que le produce estar cerca de Miran y lo único que quiere es alejarse de él para siempre y si para ello debe morir, así lo hará.
Reyyan y Miran se han dado cuenta de que, a pesar de que si siguen juntos su vida nunca va a ser fácil, no pueden estar separados y, por primera vez, dejan de lado el rencor para sincerarse sobre sus sentimientos.
Sin duda, este es un nuevo comienzo para su relación y, ahora que los dos están seguros de que se aman, están mas preparados que nunca para luchar juntos contra las dificultades.
Miran y Reyyan están pasando por su peor momento. Ella cree que ha sido él quien ha empujado a su padre por las escaleras y le ha provocado su ingreso en el hospital, pero él sólo quiere demostrarle que es inocente. Hasta entonces, tendrán que seguir su vida por separado.
Tras recordarle a Miran los momentos que han vivido juntos y como han conseguido superar todos los baches que el destino ha puesto en su camino, Reyyan y él han conseguido dar un paso adelante. Miran ha aceptado los errores de Reyyan y ha decidido perdonarla y él, a su vez, ha reconocido que también debe pedirle perdón por los errores del pasado, gracias a ello, la pareja vuelve a estar más unida que nunca.
El estado de salud de Reyyan ha sido un gran motivo de preocupación para Miran. Sin causa aparente, Reyyan se ha desmayado en la entrada de su casa y ha sido examinada por una doctora.
En un principio, Miran creía que se trataba de estrés, pero Reyyan le ha dado la mejor noticia que Miran podría recibir; van a ser padres.
Reyyan no sobrevivirá al parto de su bebé y, preocupada por no dejar suficientes recuerdos para su hijo antes de morir, ha decidido hacer un álbum de fotos. Entonces, Miran se da cuenta de que las únicas que faltan son las del día de su boda, por lo que decide pedirle, otra vez, la mano a Reyyan y volver a casarse, pero, esta vez, como es debido y con mucho más amor.
Füsun ha envenenado a Reyyan provocando que pierda a uno de los bebés que esperaba. Miran era el único que no lo sabía y, ahora que se ha enterado, está decidido a buscar venganza.
Sin embargo, Reyyan no puede permitirse que el hijo que están esperando se quede sin madre y sin padre, por lo que le ha confesado que morirá tras dar a luz: "No estaré aquí cuando Umut nazca”.
Reyyan y Miran se encuentran en uno de los mejores momentos de su vida. Reyyan ha conseguido sobrevivir al parto y su hijo, el pequeño Umut, está sano y salvo. Sin embargo, Miran está convencido de que pronto tendrán una preciosa niña que se parecerá a Reyyan.
Un día se cruza en sus caminos la pequeña Melek, una niña de ojos profundos y tristes a la que todos los traumas que ha vivido la han vuelto muy introvertida. Por alguna razón, Reyyan y Miran no pueden dejar de pensar en la pequeña Melek y en ella encontrarán el miembro de la familia que les faltaba.