Los dos 'fugitivos' logran escapar de los Sadoglu y Miran, ayudado por su inseparable amigo Firat, acaban llegando a la mansión de los Aslanbey. Miran, herido, entra en su casa con Reyyan en brazos y delante de todos los Aslanbey, incluida su abuela Azize. Quiere dejar claro una cosa. "Quiero que sepáis que Reyyan se quedará aquí".