Orhan queda paralítico y los Eren buscan venganza: secuestran a Tolga, pero logra huir

Orhan está muy grave. Ha recibido un disparo de Ömer durante la representación de una obra teatral en el colegio. Nadie imagina que Tolga había cambiado el arma de atrezo por una auténtica, y el tío de los Eren resultó herido al intentar evitar que su sobrino disparara a Doruk durante la función.

El joven, movido por la venganza, quería ajustar cuentas con los Eren y Doruk por haber proyectado ante todo el colegio un vídeo en el que confesaba haber engañado a Aybike y Asiye para llevarlas a una fiesta de cumpleaños, en la que pretendía que fueran chicas de compañía.

Orhan es trasladado de urgencia al hospital y su estado es muy delicado. Hasta allí acuden todos, preocupados por su salud. También se presenta Akif, angustiado ante la posibilidad de que Doruk hubiese resultado herido. Muy enfadado con el director del colegio, le increpa: "¿Cómo puede haber armas en mi colegio? ¿Qué clase de director es usted?" Pronto descubre que el responsable de lo ocurrido ha sido Tolga, quien ya ha sido detenido.

Los médicos informan a Sengül y a sus hijos de que la vida de Orhan no corre peligro, pero que ha quedado paralítico, y no pueden asegurar si volverá a caminar algún día.

Tras recibir el alta, Orhan regresa a casa con su familia. Se muestra abatido, preocupado por su futuro laboral y por convertirse en una carga para los suyos. Sengül, muy pendiente de él, intenta animarlo con cariño: "Doy gracias a Dios porque estás vivo. Con eso me basta", le dice. Pero él le responde con tristeza: "Voy a ser una carga para todos".

Sengül deja a su marido al cuidado de Emel y se va a trabajar a casa de los Atakul. Allí, al ver a Akif, le exige una indemnización por lo ocurrido con Orhan durante su jornada laboral. Sin embargo, el empresario solo acepta pagar el colegio de sus hijos. La reacción de Sengül no se hace esperar: "Señor Akif, es el hombre más cruel y despiadado que conozco", le grita. Akif, furioso, la despide: "Estoy harto de ti y de tu familia. No tenéis orgullo", le dice mientras le lanza al suelo un fajo de billetes con desprecio. Sengül, sin otra opción, recoge el dinero para poder subsistir.

Mientras tanto, Tolga ha salido en libertad gracias a los contactos de su padre y supuestamente ha abandonado el país. Sin embargo, sigue en la ciudad. Al descubrirlo, Oğulcan le pincha las ruedas del coche en una gasolinera, y los Eren, junto con Doruk y Berk, lo secuestran como venganza por lo ocurrido con Orhan. Lo llevan a una de las propiedades de Akif con un objetivo claro: que confiese ante la policía que fue él quien cambió la pistola de juguete por una real antes de la obra de teatro, pero el joven consigue escapar de su cautiverio.