Vuelve a disfrutar de una de las mejores superproducciones de los últimos años: Tierra Amarga
El hijo de Seyit Alí, decepcionado
Mithal parece decidido a dar el paso definitivo y comprometerse con la farmacéutica, pero un inesperado descubrimiento lo cambia todo.
Seidan es la farmacéuitica que se cruzó en el camino de Mithal cuando salió del hospital tras haber recibido una puñalada de Kerem y le ayudó a curar la herida. Un encuentro casual que enseguida comenzó a despertar en Mithal la necesidad de conocer más profundamente a esa mujer que le había ayudado desinteresadamente con su problema. Seidan, que es su nombre, se ha mostrado muy cariñosa y receptiva con el impulsivo hijo de Seyit Alí y eso no ha pasado desapercibido para Mithal. Poco a poco se ha ido estableciendo entre ambos una complicidad que ha ablandado algo el corazón del pequeño de los Karadag. Sin embargo, cuando Mithal está decidido a dar el paso para comprometerse con Seidan, contempla una escena que lo cambia todo para él. Seidan sale de la farmacia acompañada por su hija pequeña y entonces Mithal descubre que la mujer a la que quería pedirle compromiso es quizá la mujer de otro hombre. Fiel a su impulsividad y poco reflexiva actitud, Mithal piensa que Seidan ha jugado con él y le ha mentido y da marcha atrás a sus intenciones.
Lo cierto es que la relación entre ambos comenzaba a tomar unos derroteros algo más tormentosos. En una de sus visitas a la farmacia, Seidan le comenta a Mithal que ya han llegado las medicinas que necesita Melek y, sin saberlo, termina confirmándole que su hermana sufre cáncer. La reacción de Mithal es de una sorpresa inicial y bastante desapego al final, lo que provoca la incredulidad en Seidan que no puede imaginar como ese chico tan agradable que se encuentra en su tienda, puede mantener una actitud tan fría con su hermana tras enterarse de la grave enfermedad que padece.
Esa visita provoca un roce entre ambos que Mithal intenta arreglar una horas después. Acude de nuevo a la farmacia para hacer las paces con Seidan por su actitud anterior. Pero allí, delante de algo de comida, Seidan intenta comprenderle y hace una reflexión sobre su actitud y su forma de encarar los acontecimientos. Mithal, lejos de comprenderlo y explicarle a la farmacéutica lo que ocurre, se vuelve a molestar con ella y sale precipitádamente de la farmacia ante el asombro de Seidan.