Benjamín siente simpatía por la mujer de Adrián

Contra todo pronóstico, Vicente acepta que Natalia y sus hijas vivan bajo su mismo techo

A Vicente se le ablanda el corazón y acepta que Natalia y sus hijas vivan en su propia casa. ¿Surgirá la química entre ellos?

Vicente se muestra reacio a que Natalia y sus hijas se alojen en su casa, y su hermano Juan Gabriel le apoya. La mujer de Adrián le pide que sea sensato y le ruega que las acepte en su hogar, pero Chente no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Cuando Natalia se dispone a irse de la vivienda con sus hijas, Benjamín, que siente simpatía por ella, le pide a su padre que les preste su ayuda.

Chente, que en el fondo tiene una gran corazón y se desvive por complacer a su hijo, le ofrece la posibilidad de dormir en la pensión de Chole o adelantarla la mensualidad de su casa para que dispongan de algo de dinero para poder subsistir unos días en un hotel. Sin embargo, la mujer de Adrián no acepta su proposición. Le asegura que lo único que necesita es un lugar donde vivir y, al estar dicha propiedad a su nombre, por ley la vivienda le pertenece, así que le propone compartir el mismo techo.

Juan Gabriel, no se fía de Natalia y teme que pueda traicionar a su hermano. Regina sale en defensa de su madre y les cuenta que su progenitora ha sufrido mucho tras ser abandonada por su marido en su aniversario de bodas. Al final, se les ablanda el corazón y, por unanimidad, Chente y sus hermanos aceptan que se queden en la vivienda, pero a cambio, la madre de Andrea deberá cambiar el contrato de compraventa de la casa y ponerlo a nombre de Vicente.

Natalia y sus hijas se instalan en la casa del marido de Lucía. Disponen de una habitación de invitados para Robles y de un cuarto de servicio y una bodega para las hijas de Adrián. Benjamín no se separa de Natalia; le recuerda mucho a su madre y le muestra una fotografía de ella. El niño no puede evitar emocionarse al ver el portarretratos de su madre, y Robles le intenta animar con palabras dulces y amables.