La extraña dedicatoria del juez Max a Henry que aclara la muerte de Thomas

Henry es el verdugo de la ciudad, su trabajo se basa en acatar las órdenes que dictamina el gran jurado. Pero el último dictamen ha sido el más duro para él. Antes de morir ahorcado, Thomas, el joven que era presuntamente culpable, ha confesado que era inocente.

Cuando Henry descubre el nombre del verdadero asesino, se da cuenta de que han colgado a una persona inocente. Los remordimientos no le dejan en paz y, aunque él es solo el hombre que ejecuta las sentencias dictadas por un juez, no puede vivir con ello. Es entonces cuando Henry decide tomar cicuta. El Padre Brown ha seguido la pista que desvela al verdadero asesino. Intenta que antes de morir, Henry desvele la identidad del culpable y que se pueda limpiar el nombre de Thomas.