Cada vez pasan más tiempo juntos

El encierro en la bodega de los Salvatierra estrecha la relación entre Luis Alberto y Mariana

El encierro en la bodega de los Salvatierra acerca aún más a Luis Alberto y Mariana.

Mariana está preocupada porque no encuentra a su perro en la mansión de los Salvatierra y, cuando da con él, pulgoso se escapa y ella termina encerrada en la bodega de don Alberto con Luis Alberto. La joven tiene claustrofobia y no puede respirar. El hijo de Elena intenta tranquilizarla mientras busca una solución para abrir la puerta. Pero, sus esfuerzos son en vano. No encuentra la llave y nadie parece escucharles, así que intenta calmar a Mariana con un poco de música. Ambos se ponen a bailar y la atracción entre ellos es más que evidente.

El encierro les sirve para conocerse mejor. Mariana le cuenta su triste infancia. Le confiesa que su padre falleció y la madrina, que la cuidó, también murió años más tarde. Desde ese momento, se quedó sola en el mundo, pero, gracias al padre Guillermo y a algunas amigas, pudo salir adelante, le explica a Luis Alberto entre lágrimas. El joven se compadece de ella e intenta animarla.

Al final, Matilda, una de las sirvientas de la casa, descubre que están encerrados gracias a pulgoso. La empleada doméstica escucha una conversación entre ambos jóvenes en la que el hermano de Matías le asegura a Mariana que "lo que pasó en la bodega, se queda en la bodega" y, no duda en llamar a Soraya para contarle lo ocurrido entre ellos. La asistenta le aconseja que tenga cuidado con Mariana porque Luis Alberto "mira con ojos de deseo a la joven".

El encierro ha servido para el hijo de don Alberto y Mariana se hagan muy buenos amigos. Desde ese día, pasan cada vez más tiempo juntos e incluso la joven le muestra el lugar donde se crio de pequeña. Mientras charlan, Mariana se percata de que Luis Alberto no está demasiado entusiasmado con la idea de ser padre, y él le confiesa que sí está ilusionado con tener un hijo, pero reconoce que no ama a Soraya. Mariana revela a su íntima amiga, cuando el hijo de Elena ya no está con ella, que está enamorada de él, aunque, admite, que jamás separaría a Soraya de Luis Alberto ahora que está esperando un bebé de él.