Luis Alberto es inocente

León Alfaro logra que don Alberto crea que su hijo está detrás del atentado que casi le cuesta la vida

León Alfaro consigue que don Alberto piense que su hijo está detrás del atentado que a punto estuvo de costarle la vida.

El malvado León Alfaro urde un plan para inculpar a Luis Alberto en la explosión de la camioneta de don Alberto que a punto estuvo de costarle la vida. Para ello, cuenta con la ayuda de Osvaldo, el encargado del casino clandestino donde el hijo de Elena va a jugar y a beber.

Alfaro contrata los servicios de Osvaldo para que sus hombres depositen en el lugar, donde se produjo la explosión, una caja de cerillas que únicamente se vende en dicho local. El comandante Eduardo Becerra investiga lo ocurrido con el marido de Daniela y descubre que las cerillas proceden de ese casino, así que acude hasta allí para hablar con Osvaldo. El malvado encargado del club le revela que el hijo de Elena es un asiduo en su local y que ha perdido una gran fortuna apostando. Además, le confiesa que tiene un grave problema con el alcohol y que, cuando, está allí dice barbaridades sobre su padre.

Osvaldo está contento. Parece que León y él han logrado su objetivo. Becerra sospecha de Luis Alberto y no tardará en hablar con don Alberto y contarle todo lo que ha averiguado hasta ahora. El encargado del casino informa a Alfaro de su conversación con Eduardo. Sus planes están saliendo como él esperaba. El marido de Daniela culpará a su hijo del atentado y la relación entre ellos se romperá definitivamente. Entonces, él se posicionará a favor de Luis Alberto y, cuando este dirija la empresa, conseguirá todo lo que desee.

Finalmente, se produce la conversación tan esperada por León entre Becerra y don Alberto. El comandante le comunica todo lo que Osvaldo le ha contado y está convencido de que su hijo está detrás de la bomba que hizo explotar su camioneta.

Don Alberto no puede contenerse y, cuando coincide en casa con Luis Alberto, le acusa de haber intentado matarlo. Cree que su hijo ansía quedarse con la empresa Salvatierra y usurpar su lugar. "Tú intentaste matarme. Mi camioneta explotó porque alguien puso una bomba. Quieres ocupar mi lugar y quitarme de tu camino", le dice acusándolo de algo que no ha hecho. Su primogénito niega estar implicado en el atentado. "No te quiero muerto aunque sea un cero a la izquierda para ti. Yo sí que estoy muerto para ti como Matías", le insinúa con rabia y don Alberto reacciona dándole un bofetón.