Engaña a Betito para conseguirlo

Soraya toma el control de la empresa Salvatierra y despide a todos

Con una trampa bien calculada, Soraya asume el control de la empresa Salvatierra y ejecuta una serie de despidos y venganzas implacables.

Soraya necesita acercarse a Betito e idea un plan para lograrlo: organiza una mañana de compras con Roberta, la hija de Víctor y, de vuelta a casa, coinciden en la carretera con el hijo de Luis Alberto y Mariana. Al verlo pasar con la moto que su padre le ha regalado, Montenegro empuja sutilmente a Roberta para que el joven atropelle a la hija de Víctor.

Afortunadamente, Roberta no sufre heridas graves, pero Betito está muy preocupado por ella y decide acompañarla hasta su casa. Una vez allí, Soraya le hace firmar un documento sin leerlo, haciéndole creer que es un parte de siniestro. Soraya ha vuelto a salirse con la suya.

A la mañana siguiente, la amiga de Vivian se presenta en la empresa Salvatierra con Víctor y les anuncia que son los nuevos socios mayoritarios del consorcio, gracias a un poder firmado por Betito para representarlo en la compañía. Con sus acciones, obtienen la mayoría y, ahora, será ella quien lidere la empresa. Todos se quedan de piedra y se preguntan cómo Montenegro ha conseguido la firma del joven Alberto, sin imaginar que la malvada Soraya lo engañó para obtenerla.

Pero, la venganza de la hija de Rafael no termina aquí. Despide a todos de sus puestos ejecutivos y hace lo mismo con los empleados de la empresa. Además, prohíbe a Mariana continuar con su fundación de niños desaparecidos.

Ya en casa, Víctor intenta envenenar con una copa de vino a Soraya tras haber puesto la vida de su hija Roberta en peligro para obtener la firma de Betito. Pero, la despiadada empresaria se da cuenta y decide acabar con él, apuñalándolo por la espalda.