Nacida en Mardin, en el seno de una familia extremadamente pobre, Sila fue vendida a una familia adinerada de Estambul que la cría como si fuera propia. Años después, su padre biológico, Celil, regresará para llevársela a su pueblo y obligarla a casarse con el patriarca de una tribu así evitar que su hermano sea condenado a la muerte.