Firuze y Hürren cara a cara en su batalla por ser la favorita del sultán

Es la noche del jueves, la noche que Solimán tiene reservada para Hürren. La sultana se ha arreglado de pies a cabeza para impresionar al sultán. Sin embargo, cuando se encuentra en la puerta de los aposentos reales, un criado le dice que no puede pasar porque Solimán está con Firuze. Es como una puñalada para Hürren que está a punto de tirarse por el balcón, pero las palabras de Afidfe logran impedirlo a última hora.

A la mañana siguiente Hürren se cruza con Firuze en los pasillos. La nueva concubina se muestra altiva y confiada, segura de sí misma y de su triunfo, pero Hürren sabe lo que ocurrió la noche anterior y responde al golpe que Firuze pretendía asestarle. La guerra entre ambas no ha hecho más que comenzar.