Tras el cristal

Nalan y Sedat superan su noche romántica bajo la presión de Feride y la permanente presencia de Cana

Sedat y Nalan se han ido de luna de miel para superar los problemas íntimos de ambos. La presión de Feride hace su efecto y ambos logran el objetivo.

Desde que Sedat y Nalan se casaron los problemas no han desaparecido entre ambos. Sedat se ha casado presionado por su familia para que se olvide de Cana, siente la cabeza y evite los escándalos en la prensa que tanto daño hacen a la imagen de la empresa. Por su parte, la familia de Nalan ha aceptado también el matrimonio para que así su hija siga siendo una mujer libre de 'pecado', tal y como Feride ha pretendido desde que Nalan naciera. Sin embargo, hablamos de dos personas muy distintas que no han llegado a conocerse del todo.

Sedat sigue muy enamorado de Cana y, aunque ha aceptado el matrimonio con Nalan, su corazón sigue estando con la mujer de Alp. Ambos siguen manteniendo un tórrido romance y no tienen intención de acabar con él. Nalan continua lidiando con sus demonios internos y no consigue consumar su matrimonio, lo que hace que su madre Feride se ponga muy nerviosa ya que en su perversa cabeza, el matrimonio debe consumarse para evitar escándalos y problemas.

Ambos lo siguen intentando, pero hasta el momento no lo han logrado. Para intentar superar sus problemas y buscar una solución, Sedat y Nalan se han ido de luna de miel. Allí las cosas han ido mucho mejor y ambos han conseguido intimar por fin. Eso no impide a Sedat seguir colado por Cana quien no le deja en paz. Nalan se ha quitado un peso de encima y ahora se encuentra muy feliz. Feride recibe una llamada de Sedat para confirmarle que todo ha ido bien y que ya puede respirar tranquila.