Tras el cristal

El padre de Nalan está dispuesto a contarle a su hija el gran secreto sobre su pasado a pesar de las consecuencias

Adil está decidido a contarle a Nalan toda la verdad sobre su pasado, aunque las consecuencias sean nefastas para él. Feride se mantiene implacable.

La vida de Nalan no es como ella espera que sea. Adil y Feride guardan un oscuro secreto que el padre de Nalan está decidido a contarle, pero Feride se opone. Hasta ahora Nalan ha creído que tenía una hermana que murió el día que ella nació. Según le habían contado sus padres, Selma estaba enferma y sólo un trasplante de médula podría salvarla. Nalan iba a ser esa medicina que su hermana necesitaba, pero nació demasiado tarde y no se pudo salvar la vida de Selma.

Pero la realidad es más triste que eso. En realidad Adil y Feride son los abuelos de Nalan, no sus padres. Selma, la que Nalan pensaba que era su hermana, en realidad era su madre que murió al dar a luz. Según afirma Feride, Selma fue víctima de una violación y el resultado es Nalan. Ella es completamente ajena a esta realidad y ahota Adil está decidido a contarle todo lo que sucedió, aun con el riesgo de que nalan les odie para siempre y nunca más quiera saber de ellos.

Feride, sin embargo, no es de la misma opinión. Cree que el responsable de todo lo sucedido es Adil, pues el violador de Selma era un hombre que él trajo a casa. Feride le dice de todo a su marido, pero él se mantiene firme en su intención de contarle la verdad a Nalan. Correrá el riesgo de que Nalan nunca le perdone, pero cree que es lo correcto para que Nalan pueda recuperar su vida.

Nalan ha quedado con su padre a petición de este. Le ha notado preocupado, pero parecía muy interesado en hablar con ella. han quedado junto al mar. Adil acude a la cita puntual, pero la angustia y la congoja de lo que tiene que confesarle a su hija es demasiado y sufre un infarto. Nalan pierde a su padre en sus manos y se queda sin saber la verdad sobre su pasado.