Tras el cristal

El recuerdo de la muerte de su hija está detrás de las obsesiones de Feride

La trágica muerte de la hija de Feride es el punto de partida de los posteriores problemas psicológicos que la madre de Nalan ha mostrado delante de todos.

Nalan ha besado a Sedat ante los ojos de una sorprendida Feride. Se trata de la primera vez que Nalan besa a un hombre y eso ha provocado en Feride que vuelvan a su cabeza los problemas que provocaron la muerte de su hija Semha.

Feride recuerda cuando estaba la familia junta en casa y su hija les llamó desde la habitación porque tenía unos grandes dolores. La llevaron al hospital, porque no sabían que le pasaba y de allí no salió nunca más. Feride se autoinculpa de lo que ocurrió entonces. Cree que le dio demasiada confianza a su hija y que por eso las cosas fueron tan mal. Semha murió al tiempo que daba a luz a la pequeña Nalan.

Desde que la pequeña Nalan entró en la vida de Feride y Adil, la madre de Semha se juró a sí misma que no le volvería a pasar lo mismo que con su hija y desde entonces estableció un férreo control sobre el comportamiento de Nalan. Este control era cada vez más severo y duro y llegó a convertirse en enfermizo y obsesivo. Ahora, tras ver a Nalan besarse con Sedat todos aquellos recuerdos han vuelto a la cabeza de Feride. Está decidida a que no le pase lo mismo a Nalan.