Decidido a escapar

Sedat traza un plan para fugarse con Cana pero antes debe divorciarse de Nalan

Sedat se encuentra acorralado y sin futuro en la empresa familiar, por lo que traza un plan para escapar de todos junto a Cana. Eso supone divorciarse de Nalan.

El terremoto causado en el seno de los Koroglu tras la proyección de un vídeo en el que aparecía Sedat y Cana en situación comprometida sigue causando estragos entre sus implicados. En principio todos pensaron que Rifat no había visto el vídeo, pues sufrió una indisposición, pero lo cierto es que el patriarca de los Koroglu fue consciente en todo momento de lo que allí sucedía. Ese vídeo le ha confirmado sus sospechas: su hijo no ha dejado de salir con Cana a pesar de las advertencias que le ha dado. Es el momento de actuar en consecuencia.

Rifat ha tomado la decisión de desheredar y repudiar a su hijo Sedat. Esto supone su inmediata expulsión de la empresa y que no recibirá ni un duro de todas las industrias y sociedades de la familia. Sedat queda así como un paria sin futuro. Pero tiene un as bajo la manga.

Cavit, el hermano de su madre Gulcihan, es un tipo con recursos y negocios (no siempre muy legales). Cavit y Rifat nunca se han llevado bien y la tensión entre ambos se palpa en el ambiente. Sedat ha recurrido a él para conseguir un préstamo con el que poder afrontar el futuro de uno de los hoteles Koroglu. Con esa decisión Cavit entraría a formar parte de las empresas de Rifat y, aunque al padre de Sedat no le guste, no le queda más remedio que aceptar. Sedat tiene un plan con el que empezar de nuevo lejos de su familia y el dinero de su tío es la clave de todo.

Sedat queda con Cana para hacerle una propuesta arriesgada pero definitiva. Quiere huir con ella del país y no volver jamás. Tiene el dinero para hacerlo y, ahora que ha sido repudiado por todos, no hay nada que le retenga aquí. Cana duda sobre el plan, pero su vida junto a Alp es un infierno y quiere salir de allí tanto como él. Sólo tiene una condición: quiere que sus hijos la acompañen. El plan está en marcha, pero hay un pequeño problema. ¿Qué va a pasar con Nalan?

Es un asunto complicado, pero Sedat cree tener la solución. Queda con Nalan en un restaurante y le pide el divorcio. Argumenta que no es un problema de ella y que es él el responsable del fracaso de su matrimonio. Obviamente no le ha dicho el verdadero motivo de todo. Nalan se queda de piedra y no sabe qué decir. A su cabeza llegan las palabras de su madre y teme su reacción en cuanto ella se entere de lo sucedido. Lo que Nalan no sabe es que Feride lo ha escuchado todo.