Según la Dra. Aurora Garre, Medical Marketing Manager de Isdin, la piel es un “colchón” y como tal, posee firmeza, tersura y elasticidad. Por su parte, el sol es energía, y por ello se transforma y cuando incide en la piel destruye el colágeno y rompe la elastina. Así es como este “colchón” que es la piel se hunde y se producen las temidas arrugas. Así que la mejor forma de evitar ese hundimiento y el consecuente envejecimiento de la piel es usar fotoprotector.