Están muy enomorados y ya no pueden ocultar lo que sienten el uno por el otro

Vanesa y Max se dejan llevar por sus sentimientos y acaban pasando una noche de pasión desenfrenada

La cena romántica de Vanesa y Max termina con una ardiente noche de pasión.

Vanesa y Max se reencuentra después de unas semanas sin verse. Quedan para cenar y el consultor le pregunta a la hermana de Alejandro cómo se encuentra tras la repentina muerte de su marido Ernesto y le cuenta que se va a convertir en el asesor de Miguel, ahora, que tiene acciones en la empresa Alva.

Además, advierte a la hermana de Alejandro que Miguel está muy decepcionado con los Noriega. Considera que le han engañado fingiendo ser una familia unida. Vanesa y Max no se imaginan que Sofía, que vive temporalmente en casa del empresario, le ha confesado cuál es la verdad relación entre Eduardo y Alejandro.

Vanesa le revela a Max que, efectivamente, entre los dos hermanos hay rencillas, pero le asegura que ambos son muy profesionales y que sus problemas personales no interfieren en la compañía familiar, así que Miguel no debe estar preocupado por la empresa.

Después de dialogar un rato, Vanesa revela al asesor que no puede dejar de pensar en él y acaban besándose apasionadamente. Ninguno de los dos se percata que un paparazzi les está fotografiando en actitud cariñosa.

Tras la cena, Max lleva a Vanesa a su casa y acaba pasando lo inevitable. La hermana de Alejandro no puede controlar ya sus sentimientos hacia él y terminan acostándose.

A la mañana siguiente, cuando Vanesa llega a la mansión, su madre Lucía la está esperando con semblante muy serio. El paparazzi, que les fotografió en la cena, ha publicado las imágenes en redes sociales. Lucía está muy enojada con ella. Estas fotografías son un auténtico escándalo para la familia, pero a la exmujer de Ernesto ya no le importa. No quiere seguir fingiendo y ocultar sus verdaderos sentimientos hacia Max. Vanesa le reprocha a Lucía por qué siempre ha sido tan dura con ella y con Alejandro.