Zehra se casa con Ali y comienza su infierno en la mansión de los Kirman

Llega el día más temido por Zehra. La joven se va a casar con Ali y su hermano Ferman con Berfin. La pequeña está desesperada y, aunque Melek y Azad intentan impedir su enlace con el joven Kirman, al final, la hija de Rashit accede a dar el sí quiero al hijo de Zümrüt para evitar que se produzca un derramamiento de sangre entre las familias.

Tras la boda, los asistentes al enlace agasajan a los recién casados con regalos. En el caso de las mujeres, con joyas y con dinero y, en el de los hombres, con billetes que colgarán de un lazo rojo alrededor de su cuello.

Posteriormente, Berfin y Ferman bailan al son la música turca y Zehra hace lo propio con Ali, pese a ir el joven en silla de ruedas.

Tras la celebración de la boda, la hija de Rashit se despide de su familia. Su madre Gülsüm y su hermana pequeña Elif lloran desesperadamente. Ninguna de las dos desea que la pequeña se quede con los Kirman. La echarán mucho de menos y Zehra, también.

Su noche de bodas, la pasa sola en una habitación y, al día siguiente, comienza a vivir un auténtico calvario en la mansión. Nujin, Behiye, la hermana de Azad y Ali no se lo pondrán fácil. La pequeña recibe múltiples desprecios por parte de ellos. No la tratan con cariño. Los desaires de la hija de Zümrüt, que era compañera de ella en clase, son constantes. La niña disfruta menospreciándola.

Además, su marido Ali se muestra indiferente con ella e incluso agresivo. Rechaza a la joven y su familia se lo permite. Zehra se siente sola en esa casa y comienza a recordar cómo era su vida, anteriormente, cuando iba a la escuela, jugaba con su hermana pequeña Elif y mantenía las largas conversaciones con su hermano Ferman.