Despidiendo a Gediz

Despedimos a Gediz: el amigo enamorado que pasó a ser enemigo

El amor de Gediz por Nare lo alejó por completo de Sancar y de los Efeoglu. Repasamos los mejores momentos de Uraz Kaygılaroğlu en 'La hija del embajador'

La historia de Gediz en 'La hija del embajador' podría dividirse en etapas, con sus subidas y bajadas. Con momentos de trabajo en equipo y momentos solitarios.

Gediz junto con Sancar consiguió fundar una de las empresas más importantes de Mugla. Él ponía el dinero y la mano para los negocios, mientras que Sancar ponía la mano de obra y su buena relación con los jornaleros.

Durante unos años, Gediz se fue al extranjero para seguir haciendo negocios y amasar una fortuna, convirtiéndose en una de las personas más poderosas de la ciudad. Con Sancar hacía muy buen equipo, no solo en el terreno empresarial, si no también en el terreno de la amistad. La familia Efeoglu había sido para él como una auténtica familia.

Pero todo empezaría a romperse justo en el momento en el que conoció a Nare en el avión rumbo a Estambul, en el que le contaría la leyenda de la hija del embajador sin saber que era ella la protagonista involuntaria. Poco a poco, Gediz y Nare fueron forjando una amistad inquebrantable. Ella le confiaba sus miedos y sus más oscuros secretos y él la escuchaba como un verdadero amigo.

Pero Gediz se dio cuenta de que lo que sentía por Nare no era amistad, si no que estaba enamorado de ella. Aunque sabía que su relación era imposible, el no cesó en su empeño de formar una familia con ella, ya que a Melek empezó a quererla de una manera incondicional.

Todo se rompió con Sancar cuando le confesó que estaba enamorado de Nare. El Efeoglu desde ese momento le sacó de su vida y poco a poco sus problemas fueron aumentando, hasta el punto de convertirse en enemigos.

Pero la amistad entre los ex socios era mucho más fuerte que cualquier problema, y tanto Sancar como Gediz, no dudaron en cubrir los errores y delitos del otro. La entrada de Sancar en la cárcel y su posterior apuñalamiento, llevaron a Gediz a plantearse que la única manera de evitar la muerte de su amigo era una: casarse con Nare.

Aunque este hecho fue el que causó la marcha de Nare, rompiendo para siempre su amistad con Sancar y su vida, ya que le abandonó y le pidió el divorcio.

Ahora en Mugla tendrán que aprender a vivir sin dos de las personas que más han marcado su historia: Nare y Gediz. ¡Hasta siempre!