Mateo se convierte en el único consuelo de Valeria: "Tranquila, todo va a salir bien"

Remi se encuentra en paradero desconocido y Valeria se siente culpable, todas las personas que están a su alrededor acaban desapareciendo. Angustiada y llorando se acerca a las caballerizas donde Mateo está cuidando de uno de los caballos.

Al ver a Valeria llorando y agobiada, intenta consolarla aunque se siente culpable porque él podría ser la clave para evitar el dolor por su madre. Valeria abraza a Mateo contándole todos sus miedos y problemas, a lo que él responde intentando tranquilizarla de la única manera que puede.