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Mihrimah vuelve a estar embarazada pero la reacción de su marido no es la que ella esperaba

La hija de Hürren y de Solimán no pasa por su mejor momento en su matrimonio con el virrey Rustem.

El matrimonio de Mihrimah y Rustem se fraguó por el interés de su madre en tener cada vez más poder en el palacio. Su hija no estaba muy enamorada de él, pero accedió a complacer a su madre. Con el paso del tiempo, el matrimonio ha funcionado más de lo que muchos esperaban. Ahora sin embargo, las cosas han cambiado.

Rustem se ha sentido atraído por una comerciante cristiana y Mihrimah se lo ha estado echando en cara, por lo que la relación entre ellos se ha enfriado notablemente hasta el punto de que Mihrimah quiso divorciarse de él. No pasó, porque Solimán lo impidió, pero la relación entre ambos sigue siendo tensa. Cuando Hürren pensaba que las cosas podrían mejorar con el embarazo de su hija, la reacción de Rustem le hace pensar que no será así.