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Solimán busca desesperadamente una solución para Hürren ahora que sabe que su enfermedad no tiene cura

A pesar de que lo querían mantener en secreto, el sultán ha descubierto que la enfermedad que padece Hürren es incurable.

Solimán está muy afectado por la noticia que ha llegado a sus oídos. Hürren, su esposa, está enferma y los doctores no encuentran una cura para su enfermedad. Lo han probado todo, pero su dolencia parece irreversible. Solimán ha puesto a trabajar a los mejores doctores del imperio, pero ninguno ha conseguido resultados positivos todavía.

Desesperado, Solimán viajará con Hürren a Bursa, un lugar al que prometió no volver, pero que encierra unas aguas medicinales que pueden ser la última solución para su esposa. A Mihrimah le han llegado rumores sobre la salud de su madre y acude a verla para confirmarlo, aunque su madre no le cuenta la verdad.