Vuelve a disfrutar de una de las mejores superproducciones de los últimos años: Tierra Amarga
BASADO EN LA MEDICINA GENÓMICA
Estableciendo un mapa de los genes, se podrá hacer un diagnóstico predictivo de las enfermedades antes de que aparezcan los síntomas y determinar qué tratamientos son los que mejor se adaptan a cada persona. Porque, según el perfil genómico de la persona, un fármaco puede resultar efectivo, no hacer ningún efecto, o incluso llegar a resultar tóxico. Esto es trasladable también a la nutrición –lo que se conoce como “nutrigenómica”- y a la cosmética (“cosmetogenómica”). Es la base de la medicina personalizada.
Con respecto a la cosmética, gracias a un test genético se pueden conocer las fortalezas y debilidades que tiene la piel de cada persona y los principios activos que resultan eficaces para cada uno.
Mediante un sencillo análisis de saliva, se estudian 35 variaciones genéticas relacionadas con la calidad y el envejecimiento de la piel y se analizan los genes implicados en la formación de arrugas, flacidez, reparación del ADN celular, capacidad de detoxificación… se trata de un análisis de por vida, ya que nuestros genes no cambian nunca, asegura Pilar Villacampa, Marketing Manager de One.gen/0,1. Además del análisis genético, se tiene en cuenta los factores medioambientales y el estilo de vida que, a diferencia de los factores genéticos, sí son modificables. Esto supone el fin de la “cosmética de probatura” y el inicio de la cosmética efectiva, es decir, dar a la piel aquello que realmente necesita. Este programa inspirado en la medicina genómica, al realizar un completo estudio genético, diseña un producto específico personalizado a medida para cada piel.