Cantú busca que Natalia vuelva a sus brazos

Natalia cumple su sueño de abrir su fonda, pero Adrián lo arruina con sus planes malintencionados

Natalia inaugura su fonda soñada, pero el malvado Adrián convierte su alegría en una pesadilla.

Por fin ha llegado el día tan esperado para Natalia: la inauguración de su fonda 'La sazón de mi corazón'. Arropada por sus seres queridos, Robles dedica unas emotivas palabras de agradecimiento a todos los que la han apoyado en este proyecto, especialmente a Chente, su pareja, quien ha estado a su lado en todo momento.

La hija de Teresa está pletórica de felicidad. La fonda está llena de gente y su comida parece conquistar a todos los presentes. Sin embargo, la llegada inesperada de Adrián ensombrece el ambiente. Natalia le pide que se marche, pero Cantú insiste en dirigirse a los comensales. Fingiendo buenas intenciones, aprovecha la ocasión para alagar a su todavía esposa con un único objetivo: reconquistarla y quedarse con su dinero. En realidad, Adrián no la ama y solo busca arruinar su negocio.

Ante los presentes, el padre de Regina y Andrea relata cómo conoció a Natalia en un evento gastronómico de la universidad. Destaca el talento de Robles en la cocina y admite no haberla apoyado en su carrera, al mismo tiempo que alaba a Chente por hacerlo. Sin embargo, antes de marcharse, lanza un dardo envenenado a Vicente: "Nunca la vas a poder amar como yo".

El problema no termina ahí. Poco después, aparece el hombre que Adrián había sobornado para clausurar la fonda. Aunque Natalia y Chente tienen todo en regla, el inspector encuentra excusas absurdas para ordenar el cierre del local. La situación se tensa cuando Juan Gabriel pierde los nervios, lo que lleva a su detención por parte de la policía. Natalia, desolada, ve cómo su sueño, por el que tanto había luchado, se desmorona.

Cuando todo parece perdido, una luz de esperanza aparece. Un importante crítico culinario, que estuvo presente el día de la inauguración, habla maravillas de la fonda en la radio. Además, un periódico local publica un artículo destacando el talento de Natalia y el encanto de su negocio, un reconocimiento que llena de alegría a Robles y que comparte emocionada con su familia.

Por su parte, Vicente, siempre dispuesto a luchar contra la adversidad, toma una difícil decisión: vende su querida furgoneta, un valioso recuerdo de su padre, para pagar las multas impuestas por el inspector y realizar los arreglos necesarios en la fonda. Gracias a su sacrificio, Natalia podrá reabrir las puertas de 'La sazón de mi corazón'.