Vuelve a disfrutar de una de las mejores superproducciones de los últimos años: Tierra Amarga
La hija de Daniela sigue enamorada de Mateo
Valeria da a luz en la cárcel e Iker sueña con un futuro a su lado.
Valeria recibe la visita de Mateo en prisión. Han pasado seis meses y la joven está a punto de dar a luz. Su marido quiere hablar sobre el futuro del hijo que van a tener en común. Le informa que ha contratado un fideicomiso para los estudios del bebé y necesita que ella lo firme.
En ese momento, Valeria rompe aguas y Mateo la lleva rápidamente a la enfermería para que la asistan. Está de parto y da a luz a su pequeño por parto natural. Es un niño hermoso al que deciden llamar Bernardo. La pareja está pletórica de felicidad.
El joven ingeniero llama a su padre para informarle del nacimiento de su hijo y también avisa a los padres de Valeria. Todos se alegran enormemente por la llegada del bebé.
Al día siguiente, Mateo vuelve a prisión para ver a su hijo y le lleva un regalo para su futuro bautizo: una antigua joya que ha guadardo celosamente para este momento. La pareja está a punto de besarse, pero el hijo de Hilario se mantiene firme en la decisión que tomó hace tiempo y no cede a la tentación.
Más tarde, llega Iker con un obsequio para el pequeño Bernardo. Ilusionado, sigue alimentando falsas esperanzas. Cree que, cuando Valeria salga de prisión, podrán formar una familia juntos. “Estoy deseando que salgas de aquí para que podamos convivir y disfrutar los tres juntos”, le dice emocionado. Sin embargo, la hija de Ernesto no lo tiene claro porque sigue enamorada de Mateo.
Días después, llega el momento de inscribir al bebé en el Registro Civil. Valeria y Mateo realizan el trámite en prisión, rodeados de sus familiares más cercanos.
Durante un mes, Valeria cría a su bebé en la cárcel. Todas las reclusas se vuelcan con ella, brindándole apoyo en este difícil momento. Sin embargo, finalmente llega el día en que debe entregar a su hijo a Mateo para que lo cuide hasta su salida de prisión. Bernal está destrozada; el hecho de separarse de su bebé le rompe el corazón, y no es para menos.